Tengo un buen lugar para ofrecer.
Al principio se puede sentir un poco frío, pero va tomando calor rápido.
Bien iluminado, bastante frío en invierno y corrientes de aire lo despeinan en verano. Buena ubicación, en un tercer piso: accesible.
Si llegás a quedarte encerrado, a pesar de estar atrapado, vas a tener siempre las llaves en la mano para que salgas cuando quieras.
Es un lugar donde el sistema de sonido se adapta a tus condiciones de ánimo; si necesitás que te escuchen miles de oídos lo hacen con miradas comprensivas, pero si preferís callar y escuchar, otro sistema con parlantes sorround te habla de lo que vos tenés ganas de escuchar, a veces se pueden ir por las ramas pero saben callar cuando es necesario.
Un portero que siempre se va a quejar lo custodia, pero los vecinos pueden llegar a aceptarte. Si les caes del todo bien, te pueden invitar a las reuniones de consorcio.
El lugar sin inquilinos está lleno de silencios, pero ninguno incómodo para que puedas encontrar los pensamientos que creías olvidados y vuelvas a guardarlos en todos los placares vacios que hay.
Está lleno de pufs para tirarte y leer o mirar películas o escuchar música armando tu propio video en tu mente.
Hay grandes bibliotecas para tocar y leer, pero cada paso que des, vas a estar marcando levemente el piso.
Por otro lado, está un poco débil. Le falta bastante sentido y golpea seguido las puertas.
Es un poco disperso y desordenado. El silencio puede atormentarte, pero lo vas a olvidar fácilmente cuando escuches los ecos de tus risas.
Los cielorazos se caen porque llueve bastante seguido.
Está bueno para pintar, escribir o pensar; se adapta demasiado bien a los intereses que tengas.
Muchas veces lo que podés ver y lo que te hace sentir no coincide con nada y aunque creas que no hay una lógica, puedo asegurarte que la hay, pero que nunca la vas a entender.
Para terminar de venderte este espacio, juro que todo esto es sin fines de lucro (nada más quiero ayudarte para que encuentres tu lugar), el mejor motivo para darle una oportunidad es que a pesar de todo lo que no tiene hay algo que le sobra, y son las ganas (reemplazar por la palabra que da miedo).
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